Ocno Bianor, el héroe que fundo Madrid

Ocno asi mesmo. El celebre hijo
del tusco Tíber y de la hada Manto
llevaría escuadrón copioso de su Tierra.
Este es, ó Mantua, quien te dio cimientos,
Él te cerco de fuertes y altos muros,
Y te nombro del nombre de su madre
Mantua: felice en ínclitos mayores.
Gregorio Hernández de Velasco

Muchas son las teorías sobre los orígenes de Madrid y muchos los debates sobre el momento de su fundación. No aclaran del todo ésta controversia, ni los documentos escritos, ni los datos arqueológicos, cuya utilización interesada suelen llevar a conclusiones discutibles.

Lo curioso es que, éste interés por determinar la antigüedad y el origen de la fundación de Madrid, están intrínsecamente relacionados con la proclamación de la ciudad como capital del reino en 1561. Hasta éste momento, la villa era una población con un ascendente significación dentro del reino de Castilla pero aún no gozaba de una notable importancia para que surgiese la necesidad de escribir su historia.

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Frontispicio de la obra de Jerónimo de Quintana, A la muy Antigua….

El interés por desvelar los orígenes de su fundación va a surgir con el propio interés político, desde el momento en el que la ciudad se convierta en un espacio de poder. Tras la elección de Felipe II de Madrid como capital existirá la necesidad de equiparar la villa castellana con las más honorables ciudades europeas, de aquí el recurrir a la búsqueda de un origen antiguo y heroico y, muy importante, desligado de la civilización musulmana.

Así, desde el último tercio del siglo XVI hasta el segundo tercio del siglo XVII se buscará crear y afianzar la teoría de la fundación de Madrid por un héroe de origen griego [1], nuestro Ocno Bianor [2], fundador de la Mantua Carpetanorum, núcleo que será el origen de la ciudad de Madrid.

Como la gran mayoría de las leyendas relacionadas con la fundación de las ciudades o de lugares significativos ésta tendrá un carácter etiológico. Si bien existen diferentes momentos en la creación de la leyenda, unidos a diferentes autores, la obra más famosa, que va a recoger todas las fuentes anteriores, será la obra del historiador Jerónimo de la Quintana [3]. Antes de pasar a relatar la historia, es interesante señalar cómo el propio autor plantea la idea de una doble fundación de Madrid: una antigua, ligada a la colonización griega y otra visigoda. Lo que parece claro era la intención de desligarla de la fundación árabe [4].

Pasemos pues a narrar la leyenda del origen de Madrid:

El príncipe Ocno Bianor era hijo del rey Tiberis, rey de los toscanos y de los latinos (por lo tanto de Alba Longa y descendiente del héroe Enéas), y de la adivina Mantho, de origen tebano y profetisa como su padre Tiresias, que acabará en Italia tras pasar diferentes vicisitudes.

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La adivina Manto. Boccaccio, De claris mulieribus.

Antes de nacer Ocno, muere su padre en la guerra al ahogarse en el río al que dará nombre, el Tíber. Como vemos, su llegada al mundo está ligada al infortunio que se acrecienta al quedar sin herencia; su hermanastro Agripa Silvio, heredará como primogénito el reino de los latinos (será el antecesor de Rea Silvia, madre de Rómulo y Remo). A Ocno le correspondía el reino de los toscanos si bien le había sido arrebatado a su padre por el tirano Mecencio. Sin otra salida, Ocno Bianor, se convertirá en soldado de fortuna. En un momento dado decidirá venir a la Península Ibérica, posiblemente en busca de la fama negada en su tierra natal. Así, una vez en la península decide que,

“reconociendo este sitio, su abundancia y fertilidad, el favorable clima, la benignidad del cielo, y la fortaleza del puesto, pareciele a propósito para hacer en él una buena población. Sino es que digamos, que ya que no heredó ninguna cosa de su padre, heredase algo de la ciencia, en que tanto floreció su madre Mantho, mediante la qual tuviese tan de lejos seguros pronósticos de la grandeza a que avia de llegar en este tiempo la pequeña población que en él se hiciese y así quiso dar principio en ella fundando en él a Mantua Carpetana [5]”.

Lo más fascinante de todo es la fecha que se da para la fundación, el 879 a. C., ¡¡sólo 126 años antes de la fundación de Roma (753 a. C.)!!.

El nombre de la ciudad tiene una clara explicación, dedicó la ciudad a su madre Mantho, de ahí Mantua. La fundación fue completa pues doto a la ciudad de una muralla que daba al río y la cedió al pueblo que habitaba esos lares, los carpetanos, de ahí el nombre de Mantua Carpetanorum, urbe que se convertirá en la cabeza, metrópoli de esta tribu celtíbera [6] .

No se acaban aquí las andanzas de nuestro héroe, pues decidirá retornar a Italia, posiblemente llamado por los toscanos, que habían expulsado al tirano Mecencio, y se convertirá en su rey.

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Plano de Madrid, Pedro Teixeira, 1656.

Sin embargo, a decir de Quintana, no pudiendo soportar la ausencia de la Mantua que había dejado en España, decidirá fundar una nueva en Italia, a imitación de la primera en lo que sería la Lombardía y que no es si no la Mantua italiana actual [7].

Esta fascinante historia sobre nuestro héroe Ocno Bianor, logrará una gran aceptación en el Madrid del XVII. Así, la capital del reino obtenía un gran prestigio al ser una fundación de un héroe de origen griego y anterior a la de Roma, Londres o París. Tanto es así que en los documentos y actos públicos aparecerá con esta denominación. Buena muestra de ello será el plano de Madrid de Pedro Texeira (1656) que llevará la inscripción Mantua carpetanorum sive matritus urbs regia. Otros ejemplos serán los arcos triunfales que se realizaron en la Puerta de Alcalá en 1599 y 1615 para recibir a la futuras esposas de Carlos III y Felipe IV, Margarita de Austria e Isabel de Borbón. Estas arquitecturas estarán rematadas en sus arcos laterales con los bustos de Ocno Bianor, con las llaves de la ciudad, y de Manto, que ofrecía la corona.

La leyenda de la fundación de Madrid prácticamente caerá en desuso en el siglo XVIII. Se abandonará el nombre clásico de Mantua Carpetanorum y solo aparecerá el de Madrid. Además, los ilustrados atacarán activamente toda la leyenda tal y como vemos en el caso del historiador Juan Antonio Pellicer [8].

La última referencia a la leyenda de Ocno Bianor y la fundación de Madrid la recogerá el historiador José María de Mena que, sin citar fuentes y posiblemente de su invención, desarrolla la leyenda de Ocno Bianor enriqueciéndola con la leyenda de la diosa celtíbera Metragirta, si bien esto lo dejaremos para otra entrada futura [9].

En resumen no deja de ser fascinante la creación de esta maravillosa leyenda que, no por fantasiosa, deja de ser interesante pues la intención de los historiadores del s. XVI y XVII no fue diferente a la de los Griegos o Romanos de la antigüedad que buscaron para el ennoblecimiento de sus ciudades un origen fundacional legendario, ligado a algún héroe mítico [10].


[1] La idea de la fundación de Madrid por los griegos parte de Juan López de Hoyos, director de los Estudios de la Villa. Así, en su obra Historia y relación verdadera de la enfermedad, felicísimo tránsito y suntuosas exequias de la Serenísima Reina de España Doña Isabel de Valois…, Pierres Cosin, 1569, narra cómo los griegos fundaron la ciudad de Mantua pues así lo demostraba el dragón labrado en lo alto de la Puerta Cerrada y que se descubrió al derribarla para ensanchar la zona pues debía permitir el paso de la comitiva fúnebre. Este dragón era el escudo usado por los griegos según el historiador. Incidirá en la misma idea en 1572 (Real apparato y suntuoso recibimiento con que Madrid….rescibio a la Sereníssima reyna Doña Ana de Austria (1572).

[2] En la mitología romana existirá un héroe llamado Ocno o Aucnor, que estaría ligado a la leyenda de la fundación de Bolonia. Se le hace hijo de Fauno o de Tiberis y de Mantho, hija de Tiresias o de Heracles. Nacería en Perusa y fundaría Felsina (antigua ciudad de Bolonia). Sus compañeros fundarían diversas ciudades en la llanura del Po entre las que estaría Mantua. En Virgilio aparecería Bianor que sería el fundador de Mantua por lo que se le suele relacionar con Aucno.

[3] Jerónimo de la Quintana (A la muy antigua, noble y coronada villa de Madrid: historia de su antigüedad, nobleza y grandeza, 1629) no es el origen de la leyenda de Ocno Bianor. El que parece ser el primero que atribuye la fundación a Ocno Bianor es el archivero y canónico de la catedral de Barcelona, Francisco Tarafa. Conocido por su fantasía a la hora de escribir la historia, es famoso por su obra De origine ac rebus gestis rerum Hispaniae (1553). Es en esta obra donde aparece por primera vez la fundación de Madrid por Ocno: “Después funda otro pueblo un hijo de Tiberino, rey de los latinos llamado Ocno, que fue villa buena llamada Mantua y ahora Madrid, y otra ciudad en Italia llamada Mantua”. Sobre la idea de la fundación de Madrid por los griegos insisten Juan López de Mendoza (Libro del Buenplacer), el Arzobispo Carrillo (Fundación de las Descalzas Reales), o Gil González Dávila (Teatro de las grandezas de la Villa de Madrid(1623): Ogno, hijo del rey Tiberio, fundo Mantua Carpetana en el 1560 después del diluvio.

[4] A la muy noble…. (Libro I, Cap. III): “Fue pues diferente fundación la de la Mantua Carpetaza y la de Maiorito, y tanto que como en los capítulos siguientes diremos, huvo más de mil ciento y cincuenta años a una de la otra, aunque al presente es todo un cuerpo”.

[5] El origen de toda la leyenda estaría fundado en una cierta realidad. Así en la Cosmographia de Ptolomeo, habla de diversas ciudades de la península Ibérica entre la que se encontraría la de Mantua en la Carpetania. El texto de Ptolomeo fue reeditado en los años 90 del s. XV donde la Mantua de la Carpetania aparecerá situada en el centro de la península y se la relacionará con la Ursaria olim, es decir con Madrid. A partir de aquí solo habrá que ir desarrollando la leyenda de su fundación. Pedro de Medina (Libro de grandezas y cosas memorables de España, 1548), será el primero que dará esta noticia en España.

[6] Efectivamente exisitió una ciudad llamada Mantua en la Carpetania. Se suele relacionar con el actual pueblo de Villamanta, con Cifuentes o con Riansares (Urbina Martínez, Dionisio, “La Carpetania romana y los carpetanos indígenas: tribu, etnia, nación o el país de los escarpes”, Gerión, 16, 1998).

[7] La fuente de esta leyenda parte del poeta Virgilio que, en la Eneida, hace fundador de su villa natal, Mantua, a este héroe griego. La leyenda se difundirá gracias a Annius de Viterbo en su Antiquitatum varium, vol. XVII, l. LXIII). Es muy posible que los cronistas hispanos tomasen esta noticia para hacerle también fundador de la Mantua de los carpetanos.

[8] Discurso sobre varias antigüedades de Madrid y origen de sus parroquias, especialmente la de San Miguel. Con algunas observaciones sobre la disertación histórica publicada por el Doctor don Manuel Rosell acerca de la aparición san Isidro Labrador al rey don Alonso VIII antes de la batalla de Las Navas, en defensa del marqués de Mondejar. Madrid: Antonio de Sancha, 1791).

[9] Leyendas y misterios de Madrid. Barcelona, Plaza y Janés, 1989, p. 13-18.

[10] Es el caso de Teseo como fundador de Atenas, Perseo de Micenas, Cadmos de Tebas, Ulises de Lisboa o, ya en la península, de Hércules, fundador de Sevilla o Cádiz o Barcelona.